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Un contrato nada romántico: la Ketubá |
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La firma de la Ketubá (significa: “lo que está escrito”), es el momento más importante y serio de la ceremonia del matrimonio. No es el momento más romántico como cuando la novia da las siete vueltas alrededor del novio, ni el más emotivo, como cuando el novio rompe la copa al finalizar la ceremonia. Pero es el que será testigo de la construcción de una familia, emblema de la sociedad judía. |
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Cada pareja se esfuerza en tratar de conseguir un hermoso diseño para la Ketubá. Algunas de ellas lo mandan a enmarcar posteriormente y queda exhibido hermosamente en alguna pared de su casa. La Ketubá es un contrato legal por medio del cual el hombre judío se compromete con la mujer a proveerla de alimento, de ropa, cuidarla, amarla, protegerla, etc. y además se estipula la cantidad de dinero que el marido deberá entregarle en caso de divorcio. Esta cantidad de dinero estipulada reemplaza a lo que antiguamente era el dinero que se entregaba al padre de la novia.
Pero no descuelgue aún su ketubá, porque es más lo que representa que lo que dicho contrato implica. La firma de la Ketubá (significa: “lo que está escrito”), es el momento más importante y serio de la ceremonia del matrimonio. No es el momento más romántico como cuando la novia da las siete vueltas alrededor del novio, ni el más emotivo, como cuando el novio rompe la copa al finalizar la ceremonia. Pero es el que será testigo de la construcción de una familia, emblema de la sociedad judía.
La ketubá, escrita en arameo, simboliza el pacto de Moisés entre Dios y el pueblo de Israel, Dios se comprometía a cuidar y proteger a su pueblo. La Ketubá es leída públicamente durante la ceremonia de matrimonio, firmada por los testigos representando a cada una de las partes –no pueden ser familiares directos- y entregada a la mujer porque es la amparada dentro de dicho contrato y ella siempre debe tener acceso a él. Si la Ketubá se pierde y no existe ningún registro de ella, hay que volver a casarse ante una autoridad con los dos testigos correspondientes. En caso de un matrimonio ortodoxo, deben ser dos testigos shomrei Shabat.
Según Yaacov Ben Levi, en su blogspot llamado “Shema Israel”, explica que al parecer la idea de la Ketubá viene ya desde la época del exilio a Babilonia 585 AEC y 536 AEC, pues eran frecuentes los viajes y algunos hombres irresponsables, aprovechaban para dejar a sus familias. Al regresar no querían asumir de nuevo sus obligaciones ni responder por el tiempo en que habían estado ausentes. Con la Ketubá, la mujer podía reclamar ante la ley. La primera Ketubá conocida, data de 440 AEC, encontrada en el Alto Egipto.
Hoy, sucede que cuando viene un divorcio, las especificaciones de la Ketubá pueden darse vuelta. Se han visto casos en los cuales, de acuerdo a un arreglo con los rabinos que manejen el fallo, el hombre queda con algún beneficio económico que su esposa le asigna, debido a su precaria situación económica siendo ella poseedora de un buen capital.
Verifique que usted tiene su Ketubá, porque puede servirle verdaderamente, no solo si hay un divorcio, Dios no lo permita. Pero en muchas comunidades se exige la Ketubá de los padres cuando los hijos se van a casar bajo una jupá. Y si se trata de una boda fuera de la ciudad donde nació, el rabino, seguramente no conoce los antecedentes por lo que es probable que le pida dicho documento de sus padres. (Hashavúa) |
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